lunes, 12 de septiembre de 2011

dalí




Déjame por un instante, sumergirme en la
locura de los artistas. Olvidar las reglas
que impone el hombre para no transgredir
todo aquello que conocemos. No le temo a
la aventura de vivir en un mundo
surrealista, porque mi espíritu no conoce
otra verdad que la que me eleva hasta las
fronteras de lo imposible. El día que deje de
soñar, mándame flores blancas…



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